Siria: nos vuelven a repetir la película de Kosovo e Irak
BD.- Los estadounidenses nos quieren repetir la película de Kosovo y de Irak. La desinformación están en plena marcha. El montaje está en fase terminal. La opinión pública está dispuesta a aceptar una aventura militar en el Próximo Oriente.
Recordemos la demostración del general Colin Powell, con imágenes de vídeo incluidas: Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva. Pero ninguna fue nunca encontrada. Resultado: Sadam Husein fue ahorcado. Y el país está destrozado sin posibilidad de recuperar aunque fuera los niveles anteriores a la intervención de los EE.UU y sus comparsas.
En Libia, los occidentales jugaron sobre el supuesto futuro masacre de la población civil de Bengazi para intervenir contra Gadafi. Resultado: el líder libio acabó en una boca de alcantarillado, con algunas balas en el vientre.
Ahora le toca el turno a la Siria de Bashar Al-Assad de estar en el punto de mira de los occidentales. Hay que actuar rápidamente, ya que podría ganar la guerra contra los islamistas apoyados por “nuestros amigos” qataríes y saudíes.
La alianza habitual de los politicuchos y de los plumíferos (la podrida casta gobernante y los rastreros medios que responden a la voz de su amo) acusa a Bashar Al-Assad de haber traspasado la línea roja… trazada por los EE.UU.
Las declaraciones de Carla del Ponte de hace algunas semanas, según las cuales la utilización de armas químicas eran en realidad actos de la rebelión islámica han sido olvidadas: no respondían al guión preestablecido. La que fue fiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia no es un elemento “sospechoso” para el Imperio, sólo hay que recordar su papel principal en el caso yugoslavo y la criminalización de Milosevic y las supestas atrocidades serbias (Srebrenica). Milosevic acabó muerto en una celda antes de un juicio que hubiera podido arrojar una luz cegadora sobre el colosal montaje de la agresión occidental contra Serbia. Pero en este reciente caso, las pruebas fueron tan abrumadoras que la Del Ponte no pudo tergiversarlas a gusto de sus patrones: los culpables del uso de armas químicas fueron los insurgentes islamistas.
También ha sido olvidada la detención, hace pocas fechas, de algunos de esos famosos rebeldes pillados in fraganti tratando de hacer pasar a Siria desde Turquía gas sarín. Se ha echado tierra encima de este episodio que incomoda el montaje en marcha.
El resultado buscado en esta ocasión es el mismo que ha tenido lugar en los episodios mencionados: la muerte de los líderes renuentes a rendirse al Imperio y a someterse a los designios de los Amos del Mundo. Se quiere que Bashar Al-Assad acabe bajo un misil de crucero de la US Navy o bajo el cuchillo de un degollador salafista. Éste también estorba.
¿Por qué los occidentales se ponen tan solícitamente al servicio del reino saudí y de los emiratos del Golfo Pérsico? ¿Por qué se someten a esos ricos Estados del Golfo que financian y colocan regímenes islámicos ultraviolentos que pisotean todos las libertades y los derechos habidos y por haber? ¿Para venderles armas? ¿Para tener bases militares en la región? ¿Para que financien nuestras deudas abismales? ¿Para que nos compren los equipos de fútbol (Barcelona, Málaga, Paris Saint Germain, Leeds, Nothingam Forest, Manchester City, Arsenal *…)? ¿Para complacer a los batallones islámicos que acampan dentro de nuestros muros?
Si los EE.UU y sus pequeños acólitos y demás manporreros de tercera (la España de Rajoy se apresurará a apoyar cualquier decisión que tome Obama), ¿que podremos hacer, aparte de indignarnos verbalmente? Nada. Sólo asistir a la puesta en marcha de otra dictadura islámica con la bendición de Whashington y su servicio doméstico… y sentirnos un poco más amenazados en nuestra vida cotidiana. Esos cortadores de cabezas, esos canibales que se comen el corazón de los soldados sirios, nos los cruzamos a diario en nuestras ciudades. Las hienas están entre nosostros. Las alimañas merodean por nuestros barrios. Los asesinos afilan sus cuchillos a la sombra de nuestra estúpida y suicida tolerancia y nuestra miserable cobardía.
Si esto sigue por el camino que va, podemos temer que mañana el ejército español tenga que ser enviado a los barrios y ciudades ocupadas por los invasores musulmanes que alimentan sus cerebros enfermos en los biberones de Al-Jazeera y en las prédicas de los viernes en las miles de mezquitas que percuden con su abominable presencia España. Pero nos lo mandarán contra los que nos oponemos a la conquista islámica de nuestras vidas y nuestro país.
La podrida casta política y gubernamental española y sus peones de la prensa y la televisión se inventarán entonces una campaña islamófoba a cargo de la extrema derecha para aniquilar a los españoles que piensan mal.
Estamos vendidos y empaquetados. Estos hijos de puta nos entregarán atados de pies y manos a la barbarie islámica que ya ha echado raices en España.
(* ) El estadio del Arsenal ha sido bautizado “Emirates Stadium”. Para que no haya duda)
No hay comentarios:
Publicar un comentario