El "pescao" está vendido ya, no se puede hacer nada. He perdido la esperanza , está todo mas que atado. ¿Pensáis todavía que zapatero tiene la culpa de la crisis? Esta guerra no es cuestión de partidos políticos, esta guerra se está librando en otro campo de batalla. Solo nos queda esperar que harán con nosotros esta vez. La democracia está muerta en el corazón de los jóvenes como yo que piensan que nuestra opinión vale una mierda. En el cielo hay un banquete y nosotros somos las ratas esperando que caiga algún migajón. No hay más.
A. J.M.
Efectivamente, el pescado está vendido ya si ninguno de nosotros hace nada por cambiarlo. Entiendo la postura de éste joven, pues en un estado de desesperanza muchos de nosotros también hemos pensado igual. Al final sólo quedan tres posturas: o huyes, o luchas, o pasas de todo. Y ninguna de las tres creo que puedan ser idóneas.
También es cierto que la guerra se está librando en otro campo de batalla, pero queramos o no, estamos en este mundo y, cada uno de nosotros, tiene la obligación de "despertar", y hacer que nuestra voz se oiga, más allá de intereses económicos y necesidad de poder de unos pocos que se creen "dios" o "dioses". Muchos de los políticos sólo son títeres en manos de aquellos que controlan el mundo, aquellos que provocan las crisis, influyen en el clima o determinan dónde se hace una guerra o quienes deben morir. La situación mundial es mucho más complicada y está mucho más oculta de lo que nos gustaría creer, o de aquello que los medios de comunicación nos muestran, o de lo que intentan hacernos creer.
El bipartidismo que nos quieren imponer es un fraude, los amos son los mismos. Personalmente me niego rotundamente a perder la esperanza en aquellos que me rodean, sus problemas son reales y no podemos cerrar los ojos a ellos. Sin embargo, la mayoría de los políticos, no buscarán ninguna alternativa determinante para solucionar ningún problema. Aún así, veo que quedan buenas personas que están comprometidas y buscan soluciones útiles.
La respuesta, y la clave, está dentro de cada uno de nosotros y, sobre eso, se hace necesaria una respuesta ciudadana consciente y lúcida: Un humanismo transformador.
Yo le diría: No pierdas la esperanza, vente con nosotros... y ayúdanos a cambiar el mundo.
J.L.
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