La
crisis nos está
enseñando una gran
lección.
La crisis nos ha enseñado una gran lección que todos
deberíamos aprender: sin industria no hay futuro, como tampoco lo hay sin
pymes. Es obvio que un mercado laboral no puede estar sustentado por las
administraciones, un ayuntamiento no puede crear más puestos de trabajo que las
pequeñas y medianas empresas.
Una economía orientada así, está evocada al
fracaso.
Además de algunas materias primas que no se quedan aquí, Arcos
sólo puede contar en este momento con la capacidad de su gente, el conocimiento
que emana de su capital humano, la materia prima más valiosa.
Esa es la materia
prima de Arcos de la frontera y el potencial que puede tener la agricultura
ecológica, los servicios, el turismo de salud y la industria agroalimentaria en general. Por esa
razón, la formación es fundamental.
Disponemos del esfuerzo y emprendimiento de tantos
jóvenes bien formados, y del coraje de tantos empresarios que se han echado al
mundo con su mochila al hombro: “Hoy no vendemos aquí ni un espárrago; todo
fuera, y el dinero que gano fuera lo traigo a España para pagar los sueldos de
las personas que tengo en nómina”, asegura un empresario arcense.
Hay que
volver a apostar decididamente por el I+D, romper las barreras mentales y
técnicas de las políticas públicas que burocratizan y coartan la iniciativa
empresarial, y enfatizar la importancia de las empresas tractoras como elemento
estratégico capaz de desarrollar un parque de proveedores clusterizado,
asentado en pymes competitivas y con vocación internacional.
Empresarios serios
al frente, con una acción estratégica seria desde la fortaleza de empresas capaces
de crear tejido industrial e innovación
tecnológica en un pueblo como el nuestro, con un potencial que los políticos vemos
y escuchamos una y otra vez, por activa y por pasiva, pero que no sabemos cómo ejecutar
y ponerlo en marcha.
El mundo no empieza y termina en el ombligo de la economía
financiera. Recuperar la industria es vital, como lo es relacionar industria y
competitividad, y reforzar la presencia internacional de nuestras empresas
líderes con las pymes, poniendo, en definitiva, en valor la cultura industrial sostenible
en detrimento de la cultura del monopoly y del artificio financiero.
También
crear las condiciones para que la iniciativa empresarial se inserte en el ADN
de la juventud española. La crisis actual nos brinda la oportunidad de
regenerar nuestra base económica, pero también la de recuperar esos valores, el
del esfuerzo y el trabajo bien hecho, que parecen hoy los únicos capaces de
alumbrar un futuro de prosperidad para nuestros jóvenes.
Necesitamos recuperar
el hambre de futuro y la esperanza de los ciudadanos. Así, una vez más, abogo
por un cambio de mentalidad y de políticas que no sólo se basen en más de lo
mismo, en quítate que me pongo yo o no lo hacemos bien porque tú lo hiciste
mal. Arcos tiene futuro y lo sabemos todos.
Salud y calma, o nos salvamos todos
o no se salva nadie.
Antonio Ortiz, Concejal y portavoz de la plataforma ciudadana
Ven-T
Necesitamos buenos políticos, pocos, muy pocos, pero dispuestos a cambiar y mejorar toda la situación, convirtiéndose por qué no, en héroes y luchar contra las injusticias de la propia justicia, ...
ResponderEliminarhéroes que tengan esa parte de rebeldía y amor propio para que haya ACCIÓN, para cambiar las cosas.
Como dijo el pensador:
"SI TÚ NO TE OCUPAS DE LA POLÍTICA,
LA POLÍTICA TERMINA OCUPÁNDOSE DE TÍ"
Z.B.