martes, 16 de octubre de 2012

No nos dicen la verdad.

La degradación moral invade nuestra sociedad. Nos encontramos en el crecimiento extremo de la desigualdad. Recapacitemos urgente antes que “pisemos las calles nuevamente y empecemos a llorar por los ausentes”...

Seguir mintiendo no es la solución, la verdad como el aceite siempre queda por encima. Necesitamos que vuelvan a la política gente de peso, antes de que llegue “el meteorito” que dicen que llegará. Necesitamos políticos con corazón, responsables y con visión de futuro. Necesitamos ciudadanos comprometidos y sobre todo, bien informados. Necesitamos salir de este timo en el que nos ahogamos y que nos han metido. Necesitamos humanismo que transforme esta última jugada del demonio.

“Veo gente que hace mucho y poco. Veo a los que quieren una sociedad más justa y ordenada. Gente que quiere sacar a su pueblo de la ruina y que paguen sus culpas los traidores”. Pero dónde están, dónde se esconden los que de verdad quieren un futuro para nuestros hijos. El futuro algún día llegará pero hay que andarse ligero. Se puede crear una alternativa política a las existentes. Hay que seguir llenando el tiempo de razones para respirar y no perder el sendero de la esperanza. Los políticos no deberíamos hablar tanto por hablar. Necesitamos entre todos encontrar mejores formas, no vías de escape desconcertados en el miedo. El problema es no saber dónde y cómo. Lo peor, no saber quiénes somos… normal si no nos dicen la verdad de dónde venimos. No nos dicen la verdad de lo que está pasando.

Diputado
Estamos viendo mucha corrupción en lo político y en lo social. Sabemos que posiblemente hayan salido del armario la mitad de los ‘presuntos’. Pero, seguramente, quedan aún más. ¿Qué se hará con ellos?: ¿se les juzgará y cumplirán condena?, ¿se les apartará de su partido?. ¿Dimitirán?. Nuestros políticos, mientras aplican recortes brutales, nos suben los impuestos. Mientras son políticos privatizan nuestros servicios y empresas públicas descapitalizando al Estado. Cuando abandonan la política se colocan en los Consejos de Administración de esas mismas empresas públicas privatizadas. Cobrando de cientos de miles a millones de euros. Mostrando así, la degradación moral que invade nuestra sociedad. Mientras, se permiten 300 desahucios de familias diarios y 6 millones de viviendas vacías. Y, cientos de miles de jóvenes no pueden acceder a un derecho básico: la vivienda. Se realizan recortes en educación, sanidad y ayudas a ancianos y discapacitados con la excusa de la austeridad y el ahorro, cuando nunca se ha dilapidado y despilfarrado tanto como ahora. Se recortan 40.000 millones del bienestar de los ciudadanos, del futuro del país. Y se regalan más de 330.000 millones a los bancos. Desde la llegada del maldito euro, los precios han subido un 48%, el triple que los salarios. Imposible de sostener esta descompensación.

Necesitamos gente con escrúpulos, personas generosas, con un mínimo de moralidad, necesitamos un sistema, en el que el dinero no tenga apellidos tan largos y pomposos, o sobre todo, que se acuerden de ti, de mí y de todos. Que traigan el dinero de vuelta donde quiera que esté. O que se queden ellos donde no puedan volver. Necesitamos un capital que se apellide “productivo” y no “especulativo”. El capital debe llegar a la sociedad con dignidad. Esta esclavitud subiendo los impuestos y recortando gastos, tiene los días contados y un límite humano.

¡Muchas mentiras en muy poco tiempo y que poco amor al prójimo!. Nos están confundiendo y entreteniendo con la corriente independentista, vascos y catalanes. Si se trata de no entrar en el nuevo orden mundial, en el que todos llevamos un micro ship en ”el pescuezo”, yo también quiero ser andaluz y andalucista.
Me dan ganas de decirles que cada uno sea lo que quiera ser, mientras haya paz entre todos. En todo caso, decía el idealista y malogrado José Antonio Primo de Rivera que «ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo». ¿Autodeterminación, Federalismo, Monarquía… de las Autonomías?. Un poco de dignidad señores, 11,5 millones de españoles viven bajo el umbral de pobreza. Más de 2.200.000 millones de niños – el 26% – viven en riesgo de pobreza y exclusión. Un tercio de los hogares tiene dificultades para llegar a fin de mes. En 2012, el 64% de los españoles llega con apuros a final de mes. Como en 1929 el problema se encuentra en el crecimiento extremo de la desigualdad. La población ve como no participa de la productividad y la riqueza que produce con su trabajo y sus impuestos. Así, está claro, todos queremos independizarnos.

Que timo esto de la política y los políticos, que nos hacen creer que el sistema financiero es mejorable, sin decirnos que ha colapsado y no tiene solución. Nos están enseñando a no creer en nosotros mismos, ni en la familia, a no sentir, a no pensar, a no decidir, a no amar para cambiar el mundo. A ser cada vez más vulnerables y manipulables. No necesitamos un meteorito, necesitamos un rescate de Marte.

Debemos salir de esta situación cuánto antes pero… ¿qué dirección?

Qué gran error y horror no tener rumbo y seguir la senda de la incertidumbre y la improvisación. Me resisto a pensar que está todo pactado. Necesitamos encontrar el alma colectiva y se nos ha olvidado la dirección de la calle. No funcionan los sistemas, y todos son mejorables, no nos duele el sufrimiento ajeno. Necesitamos un banco de alimentos, un banco de ilusiones, un banco bueno y uno malo, para sentarnos digo, un banco de razones.


Necesitamos encontrarnos todos, pronto, sin pausa, pero que nos pongamos de acuerdo no les interesa, polarizarnos y que tengamos miedo es su objetivo para seguir solucionándonos los problemas. Problemas, por otra parte, que provocan ellos mismos para seguir controlando y manipulando el mundo. Los políticos seguimos refugiados en “ande yo caliente, que le den a los demás”. Seguimos siendo herramientas fáciles del sistema. Los veladores de la plebe para que sigamos creyendo que nos auto gestionamos, que tenemos control de nuestro futuro y que somos responsables de lo que está pasando, nos dejan hasta poner un voto cada cuatro años. La realidad latente, que más y más ciudadanos, saben que no nos representan, que esto es una timocracia. Lo tienen difícil, no encuentran solución, las dictaduras ya no cuelan, los sindicatos “están colados”, los banqueros filtrados y los políticos estamos asustados.

Lo que está pasando es muy serio y nos llevan por mal camino, recapacitemos urgente antes que “pisemos las calles nuevamente y empecemos a llorar por los ausentes”. Aunque el reloj apremia, todavía estamos a tiempo. Salud y calma paisanos, deberíamos de salvarnos todos o no se salvará nadie.

Antonio Ortiz.

Concejal y portavoz del grupo municipal Ven-T. 12 de Octubre de 2012

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