El arcense junto a su familia se trasladó a Barcelona a los 16 años afincándose en Esplugues de Llobregat. Sus primeros atisbos artísticos son con el dibujo al carbón y la caricatura. Sin embargo cuándo se pasó al lienzo presenta una composición marcada por la luminosidad, el color vivo, las líneas definidas y los contornos remarcados. Estas características llegar a ser su seña de identidad.
La pintura llega a ser su refugio y camino, así como la vía singular de expresión para un temperamento fuerte y decidido, siempre fiel a la coherencia e intransigente con las impresiones.
Como muestra su obra, amplia en cuanto a motivos, le interesan las formas, los volúmenes y los espacios estructurados. Abarca desde los paisajes a las marinas y de los bodegones a los detalles florales siendo común denominador el concepto del color al que asigna un papel preponderante.
En esta exposición sin duda podrán descubrir una representación pictórica de gran solidez basada en una paleta colorista y en unas composiciones marcadas por la elocuencia y una expresividad ambiciosa.
La bellísima exposición se ha abierto al público hoy en el Palacio del Mayorazgo y podremos disfrutar de ella hasta el próximo día 23 de agosto. Merece la pena visitarla. No se la pierdan.
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