En Arcos
vivimos tiempo de desconcierto.
No sabemos ya de dónde venimos ni a donde nos dirigimos.
Decidimos hacer tabla rasa de nuestro pasado. Ahora mismo estamos desnortados, sin saber cómo enfrentarnos a problemas
graves que nos acucian como el desempleo. Ha bastado con que vinieran algunos
iluminados para poner en jaque lo que creíamos seguro y todo ha comenzado a
tambalearse, incluso la propia continuidad del Ayuntamiento. De hecho, la única solución que se vislumbra
como solución a las contrataciones y enchufismos es dar marcha atrás y decir
digo, donde dije Diego.
Se supone que las decisiones han de hacerse en función de los
intereses de todos los arcenses y no de los intereses de los políticos de
turno. Hasta el punto de que somos los causantes de una deuda pública que
amenaza con hipotecar el futuro de las próximas generaciones que se están
viendo obligadas a poner los pies en el extranjero, porque en nuestro pueblo carecen de presente y de futuro.
A pesar de ser evidente, es ahora cuando
comenzamos a ser conscientes
del drama que se
nos avecina, cuyas consecuencias son imprevisibles.
Lo
avisamos y venimos avisándolo desde hace cuatro años. Me refiero a Ven-T con
Arcos: “Esta forma de gestionar sólo nos llevaría al despeñadero”. Peñas que, por cierto, no son
nuestras ya que estamos todos de paso.
Para nada vale tratar de tranquilizar a los ciudadanos con
argumentos débiles e inconsistentes. Inútil resulta decir por activa y por
pasiva que el pacto va bien. Lo que quiere decir que lo que supuestamente vale
para hoy, no valdría para mañana.
De nada sirve tampoco tratar de tranquilizar al pueblo con
argumentos de conveniencia diciendo que vamos bien y hacemos lo que podemos con
la deuda recibida. Me parece miserable este tipo de razonamientos y argumentos,
inspirados en el más puro egoísmo y mercantilismo cuando sólo hay que ver La
Corredera y contar los locales vacíos, los que se venden, los que se alquilan y
los que se traspasan.
Ha de entenderse de una vez por todas que no se trata
sólo de legalidades, ni de pragmatismo, sino de legitimidad y es evidente que
la legitimidad está por encima de la legalidad como la moral lo está por encima
de la política.
El señor Interventor accidental y el señor Secretario General,
deben tomar nota de esto último que menciono antes de aligerarse con sus
respectivos informes.
Arcos no es un patrimonio de la presente generación con
capacidad de hacer con él lo que nos venga en gana. Se trata de una herencia de
nuestros antepasados que costó muchos sudores y lágrimas. Arcos viene de tan
lejos que está por encima de lo que unos y otros puedan pensar sobre el momento
presente. Unos ciudadanos, que se han acostumbrado a vivir con las ayudas sin exigir
salario digno, sin que ello les provoque
dolor e indignación, diré más, esto es lo que se llama el mundo al revés.
En un
pueblo como el nuestro, donde hemos vendido y gastado todos los recursos
públicos, la ética y la responsabilidad ha pasado a ser un término proscrito y ante
eso cabe esperarlo todo. ¿Dónde están los de “peso”, Don Jesús Ruiz, Don Juan
Manuel Armario y muchos más en la sombra que ayudaron a construir Arcos?.
Después de los distintos episodios ocurridos últimamente, yo no acabo de
comprender por qué hoy el tema a debatir sobre la mesa haya de ser sólo la
playita, los enchufes, los familiares contratados y los 15 días sin contratar.,
cuando de lo que se debería estar hablando como algo mucho más grave, es de la
conveniencia o no de suspender todo el
gasto desorbitado en cosas innecesarias.
En estos momentos en que Arcos ve
quebrarse su tejido productivo y
empresarial, resulta más oportuno que
nunca recordar que el futuro de nuestro pueblo ha de seguir siendo la virtud moral llamada a
presidir toda acción política y económica.
Desde aquí elevo mi oración al
cielo, para que Arcos comience a ser sentido por sus hombres y mujeres no sólo
como “pueblo” sino como nuestra casa,
para que se acabe el duelo del paro y se aligere el peso abrumador de su
acabamiento.
Justo en este momento es cuando tenemos que pensar que entre todos
podemos y que Arcos tiene futuro. Ofrecer soluciones, apostar por algo nuevo y regenerativo, en vez
de seguir criticando lo de siempre y caduco.
Salud y calma, o nos salvamos
todos o no se salva nadie.
Antonio
Ortiz. Concejal y portavoz del grupo municipal Ven-T con Arcos
No hay comentarios:
Publicar un comentario