Había una vez… un circo que rompió de golpe el corazón, dejó a miles de ciudadanos tristes, vacíos de ilusión, vacíos de esperanza y confusión…
Había una vez… un circo mucho mejor que el que
tenemos ahora y entretenía a los más pequeños. Los pequeños y los mayores, el
pasado y el futuro representado en un presente lleno de incertidumbres. Estamos
tan cansados de corrupción que de toda esta situación surgirán nuevas
iniciativas, mejores ideas y espero un cambio real de mentalidad. Cansados de
estar hartos aun no somos capaces de cambiar un panorama político desalentador.
Tenemos tecnología para comunicarnos, pero seguimos sin entendernos y mucho menos sin entender que esa tecnología no se utiliza para acabar con las necesidades básicas del ser humano. Esto que llamamos corrupción ha existido siempre. La ingeniería social se está encargando de que salga a la luz la corrupción porque hay una razón y estrategia detrás. Nos hacen creer que controlamos nuestro destino sin ser realmente cierto. Banderas falsas para mantenernos en esta realidad virtual. Resignarnos a una realidad de esclavitud entendiendo que no es posible que la gente se muera de hambre y los campos estén vacíos. Todo lo que ocurre y no entendemos desde el sentido común, se acepta desde la política y los intereses políticos. Así están las cosas y así tenemos que atajarlo. Por eso soy consciente de la dificultad de elevar la conciencia ciudadana y por otro lado entiendo que es la única forma de que tengamos un cambio real.
Tenemos tecnología para comunicarnos, pero seguimos sin entendernos y mucho menos sin entender que esa tecnología no se utiliza para acabar con las necesidades básicas del ser humano. Esto que llamamos corrupción ha existido siempre. La ingeniería social se está encargando de que salga a la luz la corrupción porque hay una razón y estrategia detrás. Nos hacen creer que controlamos nuestro destino sin ser realmente cierto. Banderas falsas para mantenernos en esta realidad virtual. Resignarnos a una realidad de esclavitud entendiendo que no es posible que la gente se muera de hambre y los campos estén vacíos. Todo lo que ocurre y no entendemos desde el sentido común, se acepta desde la política y los intereses políticos. Así están las cosas y así tenemos que atajarlo. Por eso soy consciente de la dificultad de elevar la conciencia ciudadana y por otro lado entiendo que es la única forma de que tengamos un cambio real.
Ahora triunfamos otros políticos más mezquinos.
Buscamos solo protagonismo, a falta de otras aspiraciones más elevadas. Metemos
la pata, causamos dolor o nos comportamos como los amos del cortijo, y luego pedimos
perdón, envueltos en aires de capricho y basta superioridad. ¿Qué nos quedará por
ver en los juzgados?
El personal desvalido y turulato muestra su pronto más ocurrente e indignado, inocente y burlón, sigue la bola, los comentarios en las redes sociales, las redes sociales que son ahora la plaza pública, la hoguera, y millones de creadores de opinión echan la tarde subidos a la pantalla del ego colectivo.
Gallardón tiene trabajo y salario vitalicio, qué suerte tiene, o mejor dicho “que preparado estaba y está”. Bárcenas sale un poco menos en televisión, se entiende que en la cárcel habla mogollón. Valderas echa un cable a Díaz, ¿para qué vamos a investigar los cursillos de formación si todo el mundo sabe lo que sucedió?. Gürtel, Malaya y la playa de Arcos están bien gracias… El paro sube, los ingresos bajan y las calles se levantan…
Las noticias ya no resultan emocionantes, a estas
alturas. Lo verdaderamente interesante viene inmediatamente después de escuchar
las NOTICIAS, las cortinas de humo, que más que cortinas parecen telones sin
fondo.
Lo curioso de la gente aparentemente elocuente es
que escucha poco. Los ciudadanos oyen, murmuran y votan. Lo mejor, que digas lo
que digas, oigas lo que oigas, todo importa un rábano. Los políticos seguimos a
lo nuestro, faltan 7 meses para saber si sigo o no en el sillón. Total, eso es
lo que más importa ¿no?.
Queremos hacer otro tipo de política y no hablaremos de derechas o izquierdas mientras no se cubran las necesidades básicas de los arcenses porque como decimos repetidamente, Arcos tiene futuro si cambiamos la forma de gestionar y derrochar los recursos públicos. Estaba en nuestras manos hace tres años y medio el cambio de timón, está en nuestras conciencias el cambio de rumbo.
Queremos hacer otro tipo de política y no hablaremos de derechas o izquierdas mientras no se cubran las necesidades básicas de los arcenses porque como decimos repetidamente, Arcos tiene futuro si cambiamos la forma de gestionar y derrochar los recursos públicos. Estaba en nuestras manos hace tres años y medio el cambio de timón, está en nuestras conciencias el cambio de rumbo.
Salud y calma, o nos salvamos todos o no se salva
nadie.
Antonio Ortiz- Concejal y portavoz de Ven-T con Arcos
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